Las enfermeras paralizaron sus labores por 24 horas este viernes y se apostaron en las afueras de diferentes hospitales del país, como medida de presión para exigir el cumplimiento de reivindicaciones que consideran esenciales para el sector. Durante la protesta, expresaron preocupación por la falta de atención a sus demandas y el impacto que esto tiene en la calidad de los servicios de salud.
Representantes gremiales denunciaron que, a pesar de haber sostenido encuentros con las autoridades correspondientes, las promesas realizadas continúan sin materializarse. Aseguran que el tiempo ha pasado sin que se observe voluntad de solucionar la situación que afecta a miles de profesionales de enfermería.
Uno de los principales señalamientos fue dirigido hacia la falta de respuesta ante el creciente déficit de personal en los centros asistenciales. Según indicaron, el aumento de pensiones recientes ha provocado una carga laboral insostenible para quienes continúan activos, afectando tanto al personal como a los pacientes.
Las dirigentes gremiales advirtieron con más acciones contundentes si sus demandas siguen siendo ignoradas. Enfatizaron que su lucha se mantendrá firme y que no descartan radicalizar las movilizaciones para lograr mejores condiciones y el reconocimiento de derechos adquiridos.
El pliego de exigencias incluye nuevos nombramientos, cambios de designación, pago por tiempo en servicio y otros beneficios que llevan años reclamando. Detallaron que estas medidas son indispensables para garantizar un sistema sanitario funcional y justo para quienes lo sostienen día a día.
Finalmente, las enfermeras hicieron un llamado a las autoridades del sector salud para que escuchen sus reclamos y abran un espacio de diálogo real. Advirtieron que, de no producirse respuestas concretas, la paz laboral en los hospitales podría verse seriamente afectada en las próximas semanas.