La Casa de la Moneda de Estados Unidos en Filadelfia marcó el fin de una era al fabricar el último penny de su historia, tras 232 años de circulación. La decisión fue tomada por el presidente Donald Trump, quien justificó la medida debido al alto costo de producción: cada moneda de un centavo costaba casi cuatro veces más de lo que realmente vale.

El pequeño pero icónico centavo, que desde 1793 llevaba el rostro de Abraham Lincoln, deja de fabricarse oficialmente, aunque todavía circulan miles de millones de unidades en todo el país. Muchos estadounidenses lo conservan como objeto de colección o símbolo de buena suerte.

La retirada del penny ha causado algunos inconvenientes en tiendas y supermercados, donde comienzan a escasear las monedas para dar cambio exacto. Pese a ello, el fin de su acuñación representa un paso simbólico hacia la modernización económica y el uso creciente de los pagos digitales.

El penny fue durante generaciones un emblema de la cultura estadounidense, presente en frases populares como “a penny for your thoughts” y en rituales de buena suerte, como lanzar uno a una fuente para pedir un deseo. Su desaparición, aunque práctica desde el punto de vista económico, ha despertado una ola de nostalgia entre coleccionistas, historiadores y ciudadanos que lo consideran parte del patrimonio nacional.

Expertos en numismática estiman que las monedas acuñadas en esta última producción podrían alcanzar un alto valor en el mercado de coleccionistas, especialmente aquellas con el año 2025, por ser las últimas oficiales emitidas por la Casa de la Moneda. Algunos pronostican que en pocos años el penny podría venderse a precios superiores a los 100 dólares dependiendo de su conservación.

Mientras tanto, el Departamento del Tesoro ha anunciado que la eliminación del centavo busca optimizar los recursos públicos y simplificar las transacciones. Con su retiro, Estados Unidos se suma a otros países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que ya eliminaron sus monedas de menor denominación para adaptarse a una economía más eficiente y digital.