El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el país norteamericano posee el arsenal nuclear más avanzado y moderno del mundo, asegurando que Washington mantiene una ventaja de 25 años sobre Rusia y China en tecnología nuclear.

Durante su discurso, Trump reforzó su mensaje de superioridad armamentística, destacando que esta ventaja estratégica garantiza la seguridad y el poderío de Estados Unidos frente a otras potencias internacionales.

El mandatario también abordó lo que calificó como una “guerra interna” en el país, relacionando el aumento de la criminalidad con la inmigración y adelantando que el ejército podría intervenir en operaciones de orden interno para enfrentar esta situación.

Trump afirmó que mantener la hegemonía tecnológica es crucial para la seguridad nacional, subrayando la necesidad de seguir invirtiendo en investigación y desarrollo en áreas estratégicas como misiles hipersónicos, defensa cibernética y sistemas de inteligencia artificial aplicados a la defensa.

El presidente estadounidense advirtió que cualquier intento de Estados rivales de igualar o superar a EE.UU. en capacidades nucleares podría desencadenar tensiones internacionales, pero reiteró que la prioridad de su administración es mantener la disuasión y la estabilidad global.

Analistas consideran que las declaraciones de Trump buscan reforzar su imagen de liderazgo fuerte en materia de defensa, en medio de críticas internas sobre la seguridad y la política exterior del país.

Finalmente, Trump volvió a vincular la seguridad nacional con la seguridad interna, sugiriendo que la coordinación entre fuerzas armadas y autoridades civiles será esencial para enfrentar amenazas tanto externas como domésticas, en un contexto de creciente preocupación por la criminalidad y la inmigración irregular.