El presidente estadounidense Donald Trump aseguró que México y Colombia están controlados por cárteles de la droga durante un informe sobre los operativos realizados por su gobierno contra el crimen organizado. Según Trump, estas organizaciones criminales incluyen al Cártel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, la MS13 y el Tren de Aragua, y sus actividades han sido combatidas mediante información de inteligencia compartida con las autoridades mexicanas, lo que ha permitido más de 3,200 detenciones.
Trump afirmó que continuará los ataques militares contra los cárteles de la droga sin necesidad de pedir autorización al Congreso, y destacó que estos operativos seguirán siendo agresivos, incluyendo la posibilidad de acciones por tierra. “No vamos a detenernos, seguiremos matando a los líderes de estos cárteles”, expresó durante la presentación.
Además, el presidente mostró su apoyo a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aunque mantuvo su postura crítica sobre la situación del país frente al narcotráfico. Sus declaraciones han generado controversia, al sugerir que el control del crimen organizado en México es más profundo de lo que se reconoce públicamente.
Expertos en seguridad internacional han calificado las declaraciones de Trump como un llamado a mantener presión sobre los cárteles, pero advierten que este tipo de afirmaciones pueden tensar las relaciones diplomáticas con México y afectar la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Organizaciones de derechos humanos y analistas políticos han cuestionado la estrategia de ataques directos a cárteles, argumentando que las acciones militares sin coordinación multilateral pueden aumentar la violencia y poner en riesgo a civiles en las zonas afectadas.
Mientras tanto, el gobierno mexicano no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las recientes declaraciones del presidente Trump, aunque se espera que las autoridades del país evalúen el impacto de sus comentarios en la relación bilateral y en los operativos conjuntos contra el crimen organizado.