WASHINGTON. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una fuerte advertencia al candidato favorito a la alcaldía de Nueva York, Zohran Mamdani, asegurando que su administración podría retener los fondos federales destinados a la ciudad si el aspirante demócrata resulta electo.
Durante un almuerzo bilateral con el presidente argentino Javier Milei, Trump calificó a Mamdani como “un comunista de 33 años que no sabe absolutamente nada” y afirmó que no enviará dinero “a una ciudad gobernada por ideas fracasadas”. La declaración generó una ola de reacciones en el escenario político estadounidense, donde se interpretó como una amenaza directa de intervención federal en asuntos locales.
El mandatario argumentó que su gobierno no respaldará “políticas comunistas” que —según él— han llevado al declive económico y al aumento del crimen en varias ciudades del país. “No permitiremos que Nueva York se hunda por culpa de ideologías equivocadas”, advirtió.
Trump también aseguró que, bajo su liderazgo, podría “erradicar la delincuencia en Nueva York en 30 días”, citando supuestos logros anteriores en Washington D. C. y Chicago, pese —dijo— a la oposición de algunos sectores políticos.
Las declaraciones del presidente ocurren en medio de una campaña marcada por tensiones ideológicas y un discurso cada vez más polarizado. Analistas advierten que la amenaza de condicionar fondos federales podría abrir un nuevo frente de conflicto constitucional, ya que los recursos públicos hacia los estados y ciudades no pueden ser utilizados como instrumento político.
Por su parte, la campaña de Mamdani respondió calificando las palabras del presidente como “un ataque autoritario e irresponsable”, y reafirmó su compromiso de “gobernar para todos los neoyorquinos, no para los intereses de Washington”.
Desde el Congreso, varios legisladores demócratas condenaron la postura del mandatario, calificándola como “una violación al principio de autonomía local” y una muestra de cómo Trump pretende usar el poder federal con fines políticos. Algunos republicanos, en cambio, respaldaron su declaración, afirmando que Nueva York necesita “una administración más alineada con los intereses nacionales”.
Mientras tanto, expertos en política y derecho constitucional advirtieron que cualquier intento de retener fondos federales por razones políticas podría ser impugnado judicialmente, recordando precedentes en los que tribunales federales han limitado la autoridad presidencial para condicionar recursos destinados a los gobiernos locales.