El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó duras acusaciones contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, asegurando que su gobierno habría convertido el narcotráfico en una de sus principales fuentes de ingresos. Como consecuencia, el mandatario estadounidense anunció la suspensión inmediata de la ayuda financiera a Colombia, una medida que representa un quiebre sin precedentes en las relaciones bilaterales entre ambos países.

Trump afirmó que Colombia ha dejado de cooperar de manera efectiva en la lucha contra el tráfico de drogas y que los fondos estadounidenses “han sido mal utilizados para fortalecer estructuras corruptas”. La decisión implica la cancelación de más de 740 millones de dólares en asistencia anual, que el país suramericano recibió en 2023, siendo hasta ahora el mayor beneficiario de ayuda estadounidense en América del Sur.

Desde Bogotá, el presidente Petro respondió con firmeza, calificando las declaraciones de “falsas e irresponsables”, y advirtió que Colombia no permitirá que se mancille su soberanía. Además, señaló que la cooperación internacional no puede basarse en amenazas ni chantajes políticos. Analistas coinciden en que esta decisión podría tensar aún más la relación entre Washington y Bogotá, afectando la cooperación en temas de seguridad, desarrollo rural y lucha antidrogas.

Mientras tanto, varios gobiernos latinoamericanos y organismos multilaterales expresaron preocupación por el deterioro del diálogo entre ambas naciones e instaron a retomar los canales diplomáticos para evitar una crisis regional con impacto económico y político en todo el continente.