Nueva York – El rapero y productor Sean “Diddy” Combs se presentó este viernes ante la Corte Federal de Manhattan para recibir sentencia tras haber sido hallado culpable de dos cargos relacionados con transporte de personas para participar en prostitución. A su llegada, Diddy expresó públicamente que ha cambiado y que desea transmitir un mensaje de transformación al juez y al público presente.

Durante la audiencia, que se espera sea extensa, se presentó un video que mostraba al artista integrado a su comunidad y entregado a su familia, reforzando la idea de su cambio personal tras pasar 14 meses en prisión. Los cargos más graves, tres de ellos, fueron desechados, mientras que la fiscalía solicita una pena de 11 años, aunque la defensa argumenta que Diddy ya cumplió 14 meses, solicitando su liberación inmediata.

El caso sigue en desarrollo con la exposición de argumentos tanto de la defensa como de la fiscalía, mientras la Agencia de Libertad Condicional indica que este tipo de delitos usualmente conllevan entre 5 y 7 años de prisión. La atención mediática se mantiene alta, dado el perfil del artista y la controversia en torno a su caso.

La defensa de Diddy enfatizó durante la audiencia que su cliente ha mostrado un comportamiento ejemplar durante su tiempo en prisión, participando en programas de rehabilitación y actividades comunitarias. Señalaron que estas acciones reflejan un compromiso real con la reintegración social y el aprendizaje de sus errores, buscando que el juez considere estos factores al determinar la sentencia final.

Por su parte, la fiscalía sostuvo que, aunque Diddy haya demostrado arrepentimiento, los cargos por los que fue condenado son graves y afectan directamente a las víctimas involucradas. Insistieron en que una condena firme es necesaria para establecer un precedente y garantizar justicia, subrayando que la indulgencia podría enviar un mensaje equivocado sobre la gravedad de este tipo de delitos.

Mientras la corte evalúa la sentencia, familiares y seguidores del artista se mantuvieron expectantes afuera del tribunal, algunos mostrando apoyo y otros expresando su preocupación por la decisión del juez. La resolución final será clave no solo para Diddy, sino también para el debate público sobre justicia, rehabilitación y responsabilidad en casos de alto perfil mediático.