El comunicador Óscar Medina comentó la reciente confirmación en el Senado estadounidense de Leah Francis Campos como nueva embajadora de Estados Unidos en la República Dominicana, tras haber sido nominada por el presidente Donald Trump a inicios de este año. Medina explicó que, pese a los retrasos ocasionados por el proceso burocrático y los conflictos partidarios en Washington, Campos finalmente fue ratificada y se espera su llegada al país antes de que termine el año.

Según Medina, la diplomática llega con una agenda muy definida por la administración Trump, centrada en contrarrestar lo que denominan “la influencia maligna de China” en la región, con especial atención en el Caribe y República Dominicana. El comunicador recordó que esta postura podría encontrar un escenario ya tenso en el país, donde sectores comerciales locales han expresado su inconformidad con la competencia de negocios chinos, lo que ha generado incluso protestas de la comunidad asiática y de la embajada de China.

El analista señaló que Leah Francis Campos tiene un perfil inusual, al haber trabajado en el ámbito de la inteligencia y como agente de la CIA, además de pertenecer a una familia estrechamente vinculada al entorno político republicano. Su hermana, Rachel Campos-Duffy, es una reconocida presentadora de Fox News, mientras que su cuñado, Sean Duffy, ocupa un cargo dentro del Departamento de Transporte de Estados Unidos.

Medina destacó que, por su origen hispano y dominio del español, la embajadora podría conectar con facilidad con la sociedad dominicana, lo que podría favorecer su gestión diplomática. No obstante, advirtió que su cercanía al ala más conservadora del Partido Republicano podría generar cierta cautela en el manejo de temas sensibles, como el comercio, la migración y los derechos humanos.

Finalmente, el comunicador expresó su deseo de que Campos mantenga una relación de respeto y cooperación con el país, tal como lo hizo la exembajadora Robin Bernstein durante su gestión. “Ojalá que esta nueva embajadora sea una aliada de República Dominicana y no una figura de conflicto. Cuando nos tocan buenos diplomáticos, ganamos todos; cuando no, a veces es mejor no tener ninguno”, concluyó Medina.