Inicialmente, las autoridades del condado de Hickman, en Tennessee, habían informado que 16 personas habían sido encontradas sin vida tras la devastadora explosión ocurrida el viernes en la planta de fabricación de munición militar de Accurate Energetic Systems. Sin embargo, durante la mañana del sábado se confirmó que finalmente los desaparecidos eran 18, todos fallecidos en el incidente. El sheriff Chris Davis, visiblemente afectado, declaró: “Ha llegado el momento de asumir que todas las personas que estaban en el interior del edificio han muerto”.

Más de 300 operarios participaron en las labores de rescate, recorriendo cada metro de las instalaciones completamente destruidas. “No hemos encontrado supervivientes. Es una gran pérdida para nuestras comunidades”, expresó Davis, interrumpiendo su discurso en varias ocasiones por la emoción. La misión pasó ahora a ser de recuperación de restos, y se prevé el uso de pruebas de ADN para confirmar las identidades de las víctimas.

El estallido ocurrió en una zona boscosa entre los condados de Hickman y Humphreys, a unos 90 kilómetros de Nashville. Las imágenes difundidas por medios estadounidenses mostraban un paisaje completamente arrasado, con columnas de humo visibles a varios kilómetros. Las explosiones secundarias retrasaron la intervención de los equipos de emergencia, según explicó David Stewart, técnico en emergencias médicas del condado.

Agentes del FBI y de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) trabajan para determinar la causa del siniestro, aunque el proceso podría tardar semanas. Accurate Energetic Systems, que fabrica explosivos para el sector militar y aeroespacial, expresó en un comunicado sus condolencias y agradeció la labor de los rescatistas. “Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias, compañeros de trabajo y miembros de la comunidad afectados por este incidente”, señaló la empresa, que ya había sufrido una explosión similar en 2014, donde una persona murió y tres resultaron heridas.