La madre de una joven cadete de segundo año denunció públicamente que su hija habría sido drogada y abusada sexualmente dentro de una academia de la Policía Nacional en San Cristóbal, y señaló como presunto responsable a un superior del recinto, identificado en el programa como mayor José Manuel Luciano Soriano. La mujer afirmó en un espacio radial que puso el caso en conocimiento de asuntos internos y que la Fiscalía posee ya un documento con la denuncia. “Miren, mi hija fue violada en la Academia”, declaró con visible consternación la denunciante.

Según el relato difundido en el programa, la víctima, de 19 años, permaneció en la academia cuando ocurrieron los hechos; la madre aseguró que, al ser informada, acudió a Asuntos Internos y presentó la denuncia el 27 de enero, pero que inicialmente “no hicieron nada” y solo avisaron a la propia academia. En el programa se dijo además que se conocen quiénes serían los responsables, y que la familia ha pedido protección y seguimiento del caso.

En la emisión, el comunicador y panelistas resaltaron la gravedad de las acusaciones y la necesidad de una investigación exhaustiva. También se mostró la reacción de representantes del medio, quienes anunciaron que llevarían la situación “hasta las últimas consecuencias” y subrayaron que la investigación debe esclarecer responsabilidades “caiga quien caiga”. La denunciante reclamó que no importe el rango del presunto implicado y exigió que se garantice la seguridad y la justicia para su hija.

Hasta el cierre de esta nota, no había versión oficial pública por parte de la Policía Nacional ni de la Fiscalía sobre medidas concretas adoptadas tras la denuncia, más allá de las referencias hechas en el programa. Organismos de derechos humanos y defensores de víctimas han señalado en ocasiones anteriores la importancia de protocolos claros en academias y cuarteles para prevenir y atender agresiones sexuales; especialistas consultados por la prensa recuerdan que los procesos disciplinarios y penales deben respetar la presunción de inocencia, pero actuar con diligencia para proteger a la presunta víctima y recabar pruebas.