Bruselas. – El presidente francés Emmanuel Macron afirmó este jueves que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur avanza “en la dirección correcta”, pero advirtió que Francia no dará su aprobación definitiva hasta que se implementen controles sanitarios más estrictos y medidas de salvaguarda para proteger a los productores locales.
Durante una conferencia de prensa al término de la cumbre de líderes europeos en Bruselas, Macron insistió en que su país exige “garantías sólidas” para resguardar los intereses de los sectores más vulnerables, en especial la ganadería, y para asegurar la calidad de los productos importados desde América del Sur.
“Queremos proteger a los sectores más expuestos y también a los consumidores europeos”, señaló el mandatario francés, quien subrayó que las condiciones deben ser notificadas oficialmente a los países del Mercosur antes de tomar una decisión final sobre la firma del tratado.
Francia ha sido uno de los principales opositores al acuerdo, alegando que el pacto podría afectar la producción agrícola local y debilitar los estándares ambientales y sanitarios europeos. Macron reiteró que su gobierno no respaldará ningún compromiso que ponga en riesgo la seguridad alimentaria ni el cumplimiento de las normas climáticas internacionales.
El presidente francés también destacó que se están incorporando cláusulas de salvaguarda y mecanismos de apoyo para compensar a los sectores más impactados por la apertura comercial. “Estamos comprometidos con el libre comercio, pero no a costa de nuestra salud, nuestros agricultores y nuestro medio ambiente”, enfatizó.
Finalmente, Macron calificó como “un punto de inflexión” las recientes sanciones de Estados Unidos contra las principales petroleras rusas, asegurando que Europa debe mantener su autonomía estratégica y fortalecer su política comercial basada en la sostenibilidad y la reciprocidad.
Finalmente, Macron calificó como “un punto de inflexión” las recientes sanciones de Estados Unidos contra las principales petroleras rusas, asegurando que Europa debe mantener su autonomía estratégica y fortalecer su política comercial basada en la sostenibilidad y la reciprocidad.
Desde el Mercosur, varios gobiernos han manifestado su disposición a dialogar sobre las nuevas exigencias francesas, aunque advierten que el acuerdo no debe convertirse en un instrumento de proteccionismo encubierto. Fuentes diplomáticas señalaron que las negociaciones podrían extenderse hasta 2026 si persisten las diferencias sobre los estándares ambientales y sanitarios.