El exdelantero mexicano Omar Bravo, histórico goleador del Chivas de Guadalajara, fue detenido el domingo en Zapopan, Jalisco, acusado de presuntamente abusar de una adolescente en varias ocasiones durante los últimos meses, informó la Fiscalía de Jalisco. El futbolista de 45 años permanece en prisión preventiva mientras avanza la investigación en su contra.
La detención de Bravo se produjo el 5 de octubre tras un operativo en el centro de Zapopan, en cumplimiento de una orden de aprehensión emitida por la Vicefiscalía en Investigación Especializada en Atención a Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes. Las autoridades investigan además si el exfutbolista habría cometido actos similares en el pasado, lo que podría ampliar las acusaciones en su contra.
Durante la audiencia de imputación, su defensa solicitó un plazo adicional de seis días, conocido como “duplicidad del término constitucional”, para revisar las pruebas antes de que el juez determine si se procesa formalmente a Bravo. La próxima audiencia se celebrará el 10 de octubre, mientras que el exjugador continuará bajo prisión preventiva, medida habitual en este tipo de casos según el Código Penal de Jalisco.
Bravo, ídolo de Chivas y exselección mexicana en el Mundial de 2006, también jugó en clubes internacionales como Deportivo La Coruña y equipos de la MLS. La noticia ha generado gran repercusión en redes sociales, donde sus seguidores han reaccionado entre incredulidad, tristeza y apoyo, mientras expertos legales señalan que, de comprobarse los hechos, el exfutbolista podría enfrentar hasta 20 años de prisión.

Si Omar Bravo fuera encontrado culpable de los cargos de abuso sexual de menores en México, podría enfrentar una condena significativa. Según el Código Penal del Estado de Jalisco, los delitos de abuso sexual a menores se sancionan con penas que van desde 8 hasta 20 años de prisión, dependiendo de factores como la edad de la víctima, la gravedad del abuso y la reincidencia del acusado. La existencia de múltiples actos delictivos durante un período prolongado, como se señala en la acusación, puede incrementar la pena final.
Además de la pena de prisión, una condena por este tipo de delito puede implicar multas económicas, inhabilitación para ejercer funciones públicas o deportivas y registro como agresor sexual, lo que limita significativamente la vida personal y profesional del acusado. La justicia mexicana también contempla medidas de reparación y seguimiento de la víctima, reforzando la seriedad con la que se toman estos casos en el país.