París, Francia. — Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia, se convirtió este martes en el primer ex jefe de Estado francés en ingresar a prisión tras ser condenado a cinco años por el delito de asociación ilícita, dentro del caso de financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007 con fondos procedentes del régimen libio de Muamar el Gadafi.

El exmandatario, de 70 años, fue recluido en la prisión de La Santé, en el corazón de París, donde cumplirá su pena bajo condiciones de aislamiento. Su abogado, Christophe Ingrain, confirmó que se ha solicitado la libertad condicional, por lo que podría permanecer en prisión al menos entre tres semanas y un mes.

Acompañado de su esposa, la cantante Carla Bruni, Sarkozy llegó 15 minutos antes de la hora fijada para su ingreso, evitando el contacto con otros presos. La prisión, que alberga a 754 reclusos, excede su capacidad, por lo que el exmandatario permanecerá en un área reservada para garantizar su seguridad. En una nota publicada en su cuenta de X antes de su ingreso, Sarkozy declaró: “No es un expresidente quien está encarcelado, sino un hombre inocente”, denunciando lo que considera “una venganza” y “un escándalo judicial” que humilla a Francia.

Su llegada a prisión no pasó desapercibida. Decenas de simpatizantes y medios de comunicación se concentraron frente a su residencia y acompañaron el recorrido hasta el penal, luego de que su hijo Louis Sarkozy convocara en redes sociales a quienes quisieran despedirlo. El exmandatario saludó a los presentes antes de abordar el vehículo que lo trasladó al centro penitenciario.

Tras la sentencia del 25 de septiembre, Sarkozy ha mantenido su inocencia y ha recibido el respaldo de varios sectores políticos, incluido el presidente Emmanuel Macron, quien lo recibió días atrás en el Palacio del Elíseo. Macron defendió el encuentro, afirmando que fue “normal en el plano humano” y reiteró su compromiso con la independencia de la justicia. Mientras tanto, el exmandatario ha anunciado que aprovechará su tiempo en prisión para escribir sobre su experiencia y continuar denunciando lo que califica como una injusticia.