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OMS advierte que el brote de ébola en la RDC mantiene alta letalidad pese a señales de control
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este miércoles que la cifra de fallecidos por el brote de ébola declarado el pasado 4 de septiembre en la provincia congoleña de Kasai, en el centro de la República Democrática del Congo (RDC), aumentó a 42, mientras que los casos registrados ascienden a 64.
Según el último balance, de los 64 casos notificados hasta el 28 de septiembre, 53 están confirmados en laboratorio y 11 se consideran probables. Entre los fallecidos, 31 fueron confirmados y otros 11 se clasifican como probables, al tratarse de personas que presentaban síntomas y vínculos epidemiológicos, pero murieron antes de someterse a pruebas. Esto sitúa la tasa de letalidad en un 65,6 %.
El brote se concentra en la zona sanitaria de Bulape y afecta principalmente a mujeres (57,8 %), niños de entre 0 y 9 años (25 %) y adultos jóvenes de 20 a 29 años (23,4 %). Hasta ahora se han confirmado cinco contagios entre personal sanitario, incluidos tres fallecimientos, lo que refleja el alto riesgo para los equipos de respuesta.
En un comunicado, la OMS señaló que “el brote de la enfermedad por el virus del ébola en la República Democrática del Congo continúa, aunque con señales de un notable descenso en la transmisión”. Se trata del decimosexto brote de ébola declarado en el país desde 1976, y el primero en la provincia de Kasai desde 2008.
Las autoridades congoleñas, con apoyo de la Unión Africana y la propia OMS, mantienen un plan de acción que incluye la vigilancia inmediata de todos los contactos directos o indirectos de enfermos y fallecidos, además de la administración de vacunas para cortar las cadenas de transmisión.
El ébola es una fiebre hemorrágica grave, transmitida por contacto directo con sangre o fluidos de personas y animales infectados. La OMS recuerda que su tasa de mortalidad oscila entre el 60 % y el 80 %, lo que convierte la rápida detección y el aislamiento de los casos en herramientas clave para frenar el brote.
