Las intensas lluvias provocadas por el paso de la tormenta tropical Melisa han dejado severas inundaciones en distintos puntos del país, especialmente en sectores del oriente de la capital y en Santo Domingo Oeste. En comunidades como Arias de las Cañadas, Los Girasoles y Villa Linda, decenas de familias han tenido que abandonar sus viviendas ante el desbordamiento de cañadas y la acumulación de basura que impide el drenaje del agua.

En el kilómetro 17 de la autopista Duarte, los residentes mostraron la magnitud del desastre: calles repletas de desechos, casas anegadas y pertenencias arruinadas por el agua. Algunas viviendas quedaron vacías, luego de que sus ocupantes decidieran marcharse para proteger sus vidas. “Cada vez que llueve aquí se pierde todo: camas, electrodomésticos, todo. Vivimos con miedo”, relató una vecina del sector.

La situación también es crítica en Villa Marina y Arroyo Bonito, en Manoguayabo, donde las cañadas se desbordaron y las calles se convirtieron en ríos. Los comerciantes reportan cuantiosas pérdidas, incluso una funeraria resultó inundada, afectando todos los ataúdes en su interior. En Bayona, la población denunció que las recientes construcciones de infraestructuras públicas han desviado el curso del agua, agravando las inundaciones en sus barrios.

Las inundaciones han generado un desplazamiento masivo de personas, muchas de las cuales permanecen temporalmente en casas de familiares, refugios improvisados o en la vía pública mientras intentan proteger sus pertenencias. Los reportes indican que el agua ha penetrado hasta la mitad de las paredes de algunas viviendas, dejando inservibles muebles, electrodomésticos y alimentos almacenados.

La Policía Nacional y los equipos de emergencia se encuentran desplegados en las zonas más afectadas, ayudando a los residentes a evacuar y ofreciendo asistencia inmediata. Además, se ha solicitado la colaboración de la ciudadanía para evitar circular por calles inundadas y no arriesgar sus vidas, ya que algunos sectores continúan con altos niveles de agua acumulada.

Las comunidades afectadas hacen un llamado a las autoridades para que implementen soluciones de drenaje y mantenimiento de cañadas, pues la acumulación de basura y el desbordamiento de ríos pequeños se repite cada temporada de lluvias, convirtiéndose en un problema recurrente que amenaza la vida y los bienes de los habitantes.