El Ejército australiano se sumó este jueves a la búsqueda de Gus, un niño de cuatro años desaparecido desde hace seis días en el ‘outback’, la vasta región árida y semidesértica del sur de Australia. La Policía reconoció que, hasta el momento, no se han encontrado nuevas huellas ni indicios que ayuden a localizar al menor.
Un contingente de 48 militares llegó por la mañana a un área situada a unos 40 kilómetros al sur de la localidad de Yunta, lugar donde el niño fue visto por última vez el sábado por la tarde mientras jugaba en la arena de su casa familiar.
La última pista sobre Gus se remonta al martes, cuando un rastreador aborigen halló una huella con un dibujo “muy similar” al calzado del niño. No obstante, el superintendente Mark Syrus, a cargo de la operación, señaló que no se han encontrado más rastros y que la marca podría haber sido dejada días antes.
“Es inusual no hallar más rastros”, declaró Syrus a la radio pública ABC. El oficial también aseguró que no hay indicios de que terceras personas estén involucradas en la desaparición, dado que la zona es de difícil acceso. La Policía mantiene abiertas todas las líneas de investigación y ha registrado la vivienda familiar en tres ocasiones.
Según un comunicado de la Policía del Sur de Australia recogido por EFE, los soldados apoyarán en los próximos días las labores de rastreo en tierra, relevando a equipos que han recorrido hasta 40 kilómetros diarios en jornadas anteriores.
Las autoridades continúan pidiendo colaboración de la población y mantienen la alerta en la región, mientras los equipos especializados recorren las zonas más inhóspitas del ‘outback’ en la esperanza de encontrar alguna pista del menor.