Virgilio Feliz respondió con firmeza al expresidente Leonel Fernández tras sus críticas al apagón del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA). Durante su intervención en medios locales, Feliz destacó que, si bien el incidente fue inaceptable, la responsabilidad recae en la empresa administradora del aeropuerto, no en el Gobierno.
Señaló que la privatización de los servicios aeroportuarios permite que la operatividad y seguridad sean manejadas por empresas especializadas, mientras que el Estado mantiene el control sobre la seguridad nacional. Feliz subrayó que la crítica de Fernández ignora este contexto y atribuye erróneamente la falla al Ejecutivo, resaltando que “esos polvos son estos lodos” por decisiones históricas de privatización.
Feliz aseguró además que el gobierno sigue comprometido con mejorar la infraestructura y la gestión de los aeropuertos, enfatizando que la administración actual ha actuado rápidamente para investigar y mitigar los efectos del apagón, evitando que situaciones similares afecten nuevamente la operatividad y la confianza ciudadana.
Además, Virgilio Feliz hizo un llamado a la ciudadanía y a los sectores políticos a diferenciar entre fallas operativas de empresas privadas y la gestión gubernamental. Insistió en que atribuir automáticamente la culpa al Gobierno refleja una percepción generalizada de desconfianza, pero no la realidad de los hechos.
El dirigente recordó casos similares ocurridos en otros países, como España y Portugal, donde apagones en sistemas aeroportuarios afectaron operaciones por varias horas, señalando que este tipo de incidentes es común incluso en naciones con infraestructura avanzada. Subrayó que la comparación debe considerar la administración privada de los servicios aeroportuarios y la responsabilidad directa de estas empresas.
Finalmente, Feliz reafirmó que el Ejecutivo mantiene su enfoque en garantizar la eficiencia y seguridad de todos los aeropuertos del país. Aseguró que las comisiones de supervisión y los protocolos de respaldo eléctrico seguirán fortaleciendo la operatividad de los aeropuertos, evitando que situaciones similares perjudiquen a los usuarios y a la imagen del país.
