Un nuevo corte en el servicio de telecomunicaciones en Dallas, Estados Unidos, provocó el viernes la cancelación y retraso de más de 1,800 vuelos en los aeropuertos de la ciudad. Los controladores de tráfico aéreo de la Administración Federal de Aviación (FAA) perdieron contacto con algunas aeronaves debido a la interrupción, lo que obligó a cerrar virtualmente los aeropuertos durante varias horas.
El aeropuerto Dallas Lovefield, el tercero más transitado del país y un centro clave para American Airlines, fue uno de los más afectados. Aunque algunas operaciones se reanudaron cerca de las 3:30 de la tarde, hora central, el impacto fue considerable para pasajeros y aerolíneas, generando largas filas y caos en los mostradores de facturación.
Este no es el primer incidente de este tipo en 2025. A inicios de año, problemas con una línea de telecomunicaciones afectaron al aeropuerto internacional New Liberty, y el 28 de abril una falla en un cable dejó los radios en silencio por 30 segundos y las pantallas de radar apagadas por 90 segundos.
Los controladores dependen de las telecomunicaciones para conectar torres de control y sistemas de radar de aproximación, por lo que cualquier interrupción en estas líneas representa un riesgo crítico para la seguridad aérea. Las autoridades continúan investigando las causas de estos cortes y trabajan para prevenir futuros incidentes.
La repetición de estos fallos ha generado preocupación entre pasajeros, aerolíneas y expertos en aviación, quienes advierten que la infraestructura de telecomunicaciones necesita refuerzos urgentes para garantizar la seguridad y continuidad de los vuelos en Dallas y otros centros estratégicos del país.
Además, los pasajeros se vieron obligados a reprogramar sus viajes y enfrentar largas esperas, mientras las aerolíneas trataban de reorganizar los itinerarios afectados. Muchos usuarios reportaron frustración por la falta de información inmediata y la incertidumbre sobre el estado de sus vuelos.
Expertos en transporte y tecnología han señalado que la creciente dependencia de sistemas digitales hace que cualquier interrupción en las telecomunicaciones tenga un efecto dominó en la operación de aeropuertos y en la logística del transporte aéreo, subrayando la necesidad de sistemas de respaldo más robustos.