La Reserva Federal de Estados Unidos aplicó este jueves su primer recorte de tasas de interés del año, reduciendo un cuarto de punto (0.25%), en un intento por estimular el empleo y contener los efectos de una economía que crece a ritmo moderado. El anuncio se produce después de meses de presión por parte del presidente Donald Trump, quien ha insistido en reducciones más agresivas para impulsar la actividad económica.

Jerome Powell, presidente del Banco Central, señaló que aún existen riesgos inflacionarios y que mantener las tasas demasiado bajas podría acelerar la inflación, mientras que mantenerlas altas podría frenar el empleo y la inversión. “Son decisiones complicadas”, reconoció Powell, al tiempo que anticipó dos reducciones adicionales de las tasas antes de finalizar el año.

Los expertos coinciden en que, aunque este recorte busca un alivio económico, no resuelve los problemas subyacentes de inflación ni la tensión entre la Fed y la Casa Blanca. La relación entre Powell y Trump se mantiene bajo observación, ya que el presidente continúa presionando por medidas más drásticas para estimular la economía antes de las elecciones.