Azua, República Dominicana. – La madrugada de este viernes, brigadas de la Defensa Civil rescataron a más de 160 familias afectadas por inundaciones en la comunidad El Rosario, en Azua, luego de que sus viviendas se llenaran de agua debido a las torrenciales lluvias registradas en las últimas horas. La entidad informó que hasta el momento no se han reportado víctimas.
Las fuertes lluvias, asociados a una activa onda tropical con alto potencial ciclónico ubicada sobre Haití, han provocado inundaciones en varias regiones del país, incluyendo La Romana, Higüey y la zona fronteriza con Haití. En esta última, el río Masacre se salió de su cauce, dejando bajo las aguas el puente en la parte baja de Juana Méndez, afectando viviendas, calles y la zona franca CODEVI, donde laboran miles de haitianos.
El desbordamiento de los pasos fronterizos informales de Don Miguel y La Peñita dificultó el tránsito de comerciantes, estudiantes y trabajadores que dependen del intercambio diario entre ambos países. Testimonios recogidos en la zona relatan la angustia de las familias que intentaban salvar pertenencias y proteger a sus hijos de la fuerte corriente.
En el este del país, la provincia La Romana registró calles y avenidas bajo agua, mientras las autoridades mantienen la alerta y continúan monitoreando la situación para prevenir riesgos mayores y garantizar la seguridad de las comunidades afectadas.
Río Masacre se desborda
El río Masacre se desbordó este jueves, dejando bajo las aguas calles, viviendas y la zona franca Compagnie Development Industriel (Codevi), donde trabajan miles de haitianos. El fuerte caudal también cubrió el puente fronterizo que conecta con la provincia de Dajabón, interrumpiendo el paso de cientos de personas que diariamente cruzan hacia la República Dominicana en busca de trabajo.
La situación afectó además los pasos informales de Don Miguel y La Peñita, dificultando la movilidad de comerciantes, estudiantes y trabajadores que dependen de estas vías para sostener el intercambio transfronterizo. Testimonios recogidos en la zona narran la desesperación de los residentes, que durante horas lucharon por salvar sus pertenencias y proteger a sus hijos de la corriente