El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un memorándum este viernes en el que ordena a la Fiscalía aplicar de manera “plena” las leyes federales de pena de muerte en el Distrito de Columbia. Con esta medida, el mandatario republicano reactiva la condena capital en Washington después de más de cuatro décadas de su abolición, en lo que considera una estrategia clave para combatir el crimen en la capital del país, de mayoría demócrata.

El documento instruye a la fiscal general, Pam Bondi, y a la fiscal para el Distrito de Columbia, Jeanine Pirro, a solicitar la pena máxima “en todos los casos apropiados” donde las pruebas lo justifiquen. “Washington D. C. ha estado entre las ciudades más peligrosas del país. Las políticas indulgentes han creado una emergencia criminal que pone en riesgo a sus ciudadanos”, señaló la Casa Blanca al justificar la decisión.

Según datos difundidos por el propio Gobierno, la capital registró en 2024 una tasa de homicidios de 27,3 por cada 100.000 habitantes, la cuarta más alta de Estados Unidos. El comunicado subraya que esta cifra supera en casi seis veces la tasa de Nueva York y también los niveles de ciudades históricamente violentas como Atlanta, Chicago o Compton.

Sin embargo, las autoridades locales de Washington rechazaron el diagnóstico de la administración Trump, señalando estadísticas federales que muestran un descenso considerable de la violencia desde 2023, cuando se produjo un repunte de criminalidad. Funcionarios de la ciudad acusaron al presidente de usar la política criminal como herramienta electoral y advirtieron que la reinstauración de la pena de muerte podría abrir un debate legal y constitucional en los próximos meses.