El debate general de la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas inició este martes en medio de fuertes divisiones internacionales sobre temas cruciales como la migración, la crisis climática y el reconocimiento del Estado de Palestina. La primera jornada estuvo encabezada por los discursos del presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyas intervenciones marcaron contrastes profundos en la visión del orden mundial.

La apertura estuvo a cargo del secretario general de la ONU, António Guterres, quien advirtió que el planeta atraviesa una “edad de perturbación imprudente y de sufrimiento humano implacable”. El funcionario pidió a los líderes reafirmar la cooperación internacional y condenó el castigo colectivo contra el pueblo palestino.

Por su parte, la presidenta de la Asamblea, Ana Elena Barbo, quinta mujer en ocupar el cargo en 80 años, sostuvo que la Carta de la ONU no ha fracasado, sino que “han fallado los estados en implementarla”, además de alertar sobre la grave crisis de violencia en Haití.

El presidente Lula da Silva defendió la soberanía brasileña frente a los “autócratas” y se pronunció a favor del diálogo en Venezuela, destacando que América Latina debe permanecer como zona de paz. También insistió en el reconocimiento del Estado de Palestina, calificando la situación en Gaza como un “genocidio”.

En contraste, Donald Trump criticó con dureza la labor de las Naciones Unidas, aseguró que merecía un Premio Nobel por sus gestiones internacionales y reiteró que su administración redujo la inmigración ilegal a “cero” en la frontera sur. Trump rechazó además el reconocimiento de Palestina, al que calificó como “un regalo a los terroristas”.

El presidente dominicano, Luis Abinader, estuvo presente en la sesión junto a su delegación diplomática y tiene previsto pronunciar su discurso este miércoles 24 de septiembre. Según trascendió, algunos puntos de su agenda bilateral, entre ellos encuentros con el príncipe de Jordania y representantes de la FAO, pudieron verse afectados debido a la extensión del discurso del mandatario estadounidense.