En Samaná, la policía activó la búsqueda de dos personas involucradas en el asesinato de un joven ocurrido en el distrito municipal de Arroyo Barril. La víctima, identificada como Hanser Marte, conocido como “Quiquito”, de 28 años, falleció mientras recibía atención médica en el Hospital Leopoldo P. de Samaná.

Según el informe de las autoridades, Marte fue atacado a balazos por dos presuntos delincuentes a bordo de una motocicleta, identificados únicamente como “Quesito” y “Jo”. La acción se habría producido como consecuencia de viejas rencillas personales entre las partes.

El hecho ha generado consternación entre los residentes de Arroyo Barril, quienes exigen a las autoridades una rápida captura de los responsables. La Policía Nacional informó que mantiene un operativo de búsqueda activo para dar con el paradero de los implicados.

Las autoridades reiteran su compromiso de investigar el caso a profundidad y garantizar que los responsables enfrenten la justicia. Mientras tanto, la comunidad pide medidas de prevención para evitar que conflictos personales escalen en hechos violentos como este.

En la República Dominicana, el asesinato se considera un delito grave y está tipificado dentro del Código Penal bajo homicidio doloso. La ley establece penas que van desde los 20 hasta los 30 años de prisión para quienes cometen homicidio agravado, dependiendo de circunstancias como premeditación, alevosía, medios empleados, o si la víctima pertenece a un grupo protegido, como funcionarios públicos. En casos extremos, cuando concurren múltiples agravantes, el tribunal puede imponer la pena de 30 años de prisión, la máxima prevista para este tipo de delitos.

Además de la privación de libertad, la legislación dominicana contempla otras sanciones accesorias para el condenado, como la inhabilitación para ocupar cargos públicos o ejercer profesiones relacionadas con la seguridad o la justicia, así como el pago de indemnizaciones a los familiares de la víctima. El sistema judicial busca que estas penas no solo cumplan una función punitiva, sino también disuasoria, buscando prevenir futuros delitos y proteger a la sociedad.