El presidente de Colombia, Gustavo Petro, arremetió contra el despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico, advirtiendo que su país no servirá de plataforma para una eventual invasión a Venezuela. Durante la inauguración de un centro de cooperación policial en la Amazonía, calificó como “asesinato” el ataque de barcos militares estadounidenses a una embarcación venezolana que dejó once muertos, y exhortó a los países de la región a protestar para evitar que hechos similares se repitan en ciudades latinoamericanas.
Petro reconoció que Venezuela enfrenta una crisis política interna, pero insistió en que solo puede resolverse mediante el diálogo, no con acciones bélicas. En un mensaje dirigido a Luiz Inácio Lula da Silva y a la vicepresidenta de Ecuador, María José Pinto, subrayó que, pese a las diferencias políticas, América Latina debe unirse para ayudar a Venezuela y rechazar la injerencia militar extranjera.
El mandatario colombiano también criticó la justificación del gobierno estadounidense sobre la lucha contra el narcotráfico, argumentando que la presencia militar en el Caribe podría desestabilizar aún más la región y aumentar las tensiones entre países vecinos. Señaló que la militarización no aborda las raíces del problema del narcotráfico y que políticas de cooperación regional y diálogo diplomático serían más efectivas para garantizar la seguridad.
Gustavo Petro instó a los líderes latinoamericanos a establecer mecanismos conjuntos de vigilancia y cooperación, evitando que Estados Unidos utilice a la región como escenario de conflictos externos. Recalcó que Colombia mantiene su soberanía intacta y que cualquier operación militar en su territorio o cerca de sus fronteras requerirá la aprobación explícita del gobierno nacional.
Finalmente, el presidente subrayó la importancia de fortalecer los lazos políticos y económicos entre los países de América Latina para crear un frente común frente a posibles intervenciones extranjeras. Petro advirtió que la unidad regional es clave para proteger la autodeterminación de las naciones y garantizar la paz en el continente, enfatizando que la solución a la crisis venezolana debe surgir desde los propios países latinoamericanos.