Bogotá – El presidente colombiano, Gustavo Petro, reaccionó con firmeza a la decisión de Estados Unidos de condicionar la certificación de Colombia en la lucha contra las drogas, calificando la medida como una “injusticia y una grosería profunda contra el país”. En una alocución nacional, defendió su política de sustitución voluntaria de cultivos de coca frente a la erradicación forzada, y envió un mensaje directo a Washington: “A mí no me amenacen”.

Con un tono desafiante, Petro advirtió que no permitirá intervenciones militares ni bombardeos en aguas del Caribe y exhortó a que la cooperación internacional se base en inteligencia y un enfoque humano frente al narcotráfico. Además, cuestionó lo que calificó de “mentiras” y “alianzas ideológicas de extrema derecha”, dejando claro que Colombia no cederá ante presiones externas.

El mandatario insistió en que la lucha contra el narcotráfico debe centrarse en estrategias de prevención, desarrollo social y alternativas económicas para los cultivadores, en lugar de medidas coercitivas que solo generan violencia y desplazamiento. Petro afirmó que su gobierno prioriza la dignidad de los campesinos y la paz territorial como herramientas clave para reducir la producción de drogas ilícitas.

Petro también hizo un llamado a la comunidad internacional para que respete la soberanía de Colombia y colabore de manera constructiva, enfatizando que el país está dispuesto a trabajar en conjunto, pero sin aceptar imposiciones ni amenazas externas. “Si quieren cooperar, hágalo con respeto y transparencia”, subrayó.

Finalmente, el presidente colombiano reiteró su compromiso de mantener la defensa de los intereses nacionales y la integridad del territorio. Con una postura firme, aseguró que cualquier intento de intervención militar sería rechazado y que Colombia seguirá trazando su propio camino en la política antidrogas, basado en el diálogo y la cooperación humanitaria.

Petro cerró su mensaje con un llamado a la unidad interna, instando a los colombianos a respaldar las políticas de su gobierno frente a la presión internacional. Aseguró que la defensa de la soberanía y el respeto a los derechos de los ciudadanos son innegociables, dejando claro que Colombia no se doblegará ante amenazas ni intervenciones extranjeras.