Santo Domingo. – En una primicia exclusiva para El Sol de la Mañana, Pedro Jiménez dio a conocer los motivos detrás de la renuncia de José Antonio Aybar como presidente de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR). Según la carta enviada al presidente Luis Abinader, Aybar decidió dejar el cargo debido a la “creciente precariedad institucional” en que se encuentra sumida la Comisión.

En su comunicación, Aybar señaló que a pesar de múltiples solicitudes formales, el ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, no respondió a los reclamos sobre la retención ilegal de la cuenta bancaria institucional, la demora en la designación del vicepresidente y la negativa a autorizar firmas para trámites financieros menores. “Estos hechos constituyen un abuso de poder inadmisible que ha bloqueado toda posibilidad de conducir una gestión eficiente”, expresó.

Además, el renunciante destacó las condiciones físicas deplorables de la sede de la Comisión, que ponen en riesgo la integridad del personal y limitan la operatividad del organismo. “Bajo estas condiciones resulta imposible continuar al frente de la presidencia”, concluyó José Antonio Aybar, quien agradeció la confianza depositada en su gestión.

La renuncia de Aybar se suma a un clima de cuestionamientos sobre la gestión y autonomía de los organismos públicos bajo la actual administración, generando críticas sobre la eficiencia y transparencia en la administración cultural del país.

Fuentes cercanas a la Comisión indicaron que la salida de Aybar podría generar una reestructuración interna para intentar garantizar mayor control y supervisión de los procesos financieros y administrativos del organismo. Sin embargo, advierten que la falta de autonomía sigue siendo un desafío que podría afectar la planificación de futuros eventos y la gestión de recursos.

El anuncio de la renuncia ha generado reacciones entre miembros del sector cultural y organizaciones de artistas, quienes consideran que este episodio refleja un patrón de centralización y decisiones autoritarias que limitan la operatividad de instituciones clave para la promoción artística en el país. La expectativa ahora se centra en el nombramiento de un nuevo presidente que pueda garantizar estabilidad y eficiencia.