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Santo Domingo Este – Un susto de grandes proporciones vivió Angie Paola Jiménez, de 26 años, cuando una pared de una vivienda vecina se derrumbó y destruyó gran parte de su hogar en la calle Costa Rica, sector ensanche Ozama. Afortunadamente, ni ella ni su hijo de tres años resultaron heridos.

El colapso ocurrió alrededor de las 11 de la mañana, justo después de que madre e hijo se levantaran. “Yo me acababa de levantar con mi niño y cuando nos fuimos a bañar, sentimos el fuerte sonido”, relató Jiménez a Diario Libre. La estructura cayó entre la habitación, la sala y la cocina, provocando daños importantes en la vivienda.

Según la joven madre, la pared pertenecía a un terreno vecino, ubicado en una zona más alta. Esa área era utilizada por la vecina como tendedero y para colocar tanques de agua. Además, en el lugar hay un pozo séptico, del cual Jiménez desconocía su existencia hasta el momento del derrumbe.

Tras el incidente, algunas autoridades visitaron la vivienda afectada para evaluar la situación y ofrecer asistencia. Jiménez, que era inquilina, agradeció no haber sufrido daños personales y destacó la importancia de estar con su hijo.

“Solo agradezco a Dios que mi niño y yo estamos bien. Lo material se recupera”, expresó la joven madre. La comunidad se mostró solidaria con la familia y ofreció apoyo para la reconstrucción del hogar.

Este suceso resalta los riesgos que implican las construcciones en zonas con pendientes y la necesidad de supervisión y mantenimiento adecuado de estructuras vecinas, sobre todo en áreas residenciales densamente pobladas.

 

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