Najib Chahede denunció que numerosas obras públicas en República Dominicana están siendo anunciadas y licitadas sin contar con los recursos necesarios para su construcción. Según Chahede, esta situación pone en aprietos a los contratistas, quienes se ven presionados a iniciar proyectos sin recibir los avances de pago correspondientes y arriesgando su inversión.
Durante su intervención, el experto explicó que muchas de las licitaciones requieren que los contratistas reciban un adelanto del 20 % del costo total antes de comenzar la obra, pero en la práctica no se cumplen estos pagos. Esto genera retrasos y conflictos, ya que las empresas deben manejar inversiones en otros proyectos que sí están siendo financiados, y no pueden comprometer más recursos sin garantías.
Chahede citó casos emblemáticos, como la autopista del Ámbar y la autopista Duarte, obras que fueron anunciadas desde 2020 pero que aún no cuentan con fondos suficientes para su finalización. El analista enfatizó que el gobierno del PRM carece de liquidez para concluir estos proyectos, lo que evidencia una planificación deficiente y promesas incumplidas hacia la ciudadanía.
Además, criticó la presión que los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas, incluyendo al ingeniero Eduardo Estrella, supuestamente ejercen sobre los contratistas para iniciar los trabajos antes de tiempo, bajo la amenaza de rescindir contratos. Chahede señaló que estas prácticas afectan la confianza de los inversionistas y podrían frenar nuevas inversiones privadas en infraestructura.
Finalmente, Chahede aseguró que mientras no se garantice la disponibilidad de fondos antes de anunciar y licitar obras públicas, el país continuará enfrentando retrasos y proyectos inconclusos, perjudicando directamente a la población que espera mejoras en transporte y servicios esenciales.
Chahede concluyó que el gobierno debe replantear su estrategia de planificación de obras públicas, asegurando primero los recursos necesarios antes de hacer anuncios, para evitar frustración ciudadana, pérdida de confianza en las instituciones y el desperdicio de dinero público en proyectos que no pueden ser completados a tiempo.