Una madre de Tamboril denunció públicamente que su hijo, un menor de edad, fue agredido y detenido por agentes de la Policía Nacional durante una protesta en el sector. Según el testimonio, el joven fue golpeado por tres oficiales y arrestado, a pesar de no estar participando de forma violenta en la manifestación.

Versión policial y la respuesta de la madre

La madre explicó que su hijo, quien juega baloncesto y es estudiante, fue detenido por tener el cabello largo y trenzas. Según lo que le dijeron los agentes en el destacamento de Tamboril, a la policía no le agrada ver a los jóvenes con “esa fachada”, y por ello, buscan la forma de detenerlos y golpearlos.

La madre relató que fue al destacamento policial para pedir la liberación de su hijo, argumentando que era menor de edad y que no podía permanecer en prisión con los golpes que había recibido. Los policías le respondieron que todo aquel que es “agarrado en la calle” será procesado, sin importar su edad o apariencia, y que a su hijo supuestamente lo habían llevado al médico.

Las denuncias de abusos por parte de la Policía Nacional siguen siendo una preocupación recurrente en distintos puntos del país. Golpizas, detenciones arbitrarias y malos tratos a jóvenes y comunitarios forman parte de los señalamientos que, de manera persistente, ciudadanos y organizaciones de derechos humanos han llevado a la opinión pública. Estas acusaciones refuerzan la percepción de que la institución aún mantiene prácticas represivas que generan temor en lugar de confianza.

En medio de los reclamos sociales por mayor seguridad, la población insiste en que la autoridad policial debe actuar dentro de los marcos legales y respetar la dignidad humana. La reiteración de estas denuncias no solo evidencia fallas en los protocolos de actuación, sino que también plantea la urgencia de una transformación profunda en la forma de operar de la uniformada, con el fin de garantizar que el orden público se preserve sin vulnerar los derechos fundamentales de la ciudadanía.