Epicentro se localizó cerca de Calape, provincia de Bohol, dejando daños históricos
Un sismo de magnitud 6.9 grados estremeció este martes las costas del centro de Filipinas, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se ubicó a 11 kilómetros al este-sureste de Calape, en la provincia de Bohol, con aproximadamente 33,000 habitantes.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico indicó que no existe amenaza de tsunami, aunque el temblor provocó momentos de pánico entre la población local y turistas, entre ellos la personalidad inglesa de Internet, Sam Pepper, quien documentó la experiencia en redes sociales.
Filipinas se encuentra en el denominado “Anillo de Fuego” del Pacífico, una zona con alta actividad sísmica que se extiende desde el sudeste asiático hasta Chile, incluyendo Japón, Alaska y América Central.
El sismo también provocó daños en la histórica iglesia Bantayan, uno de los hitos culturales más antiguos del país, conocida por haber sido reconstruida en varias ocasiones tras desastres naturales y ataques de invasores a lo largo de los siglos.
Las autoridades locales mantienen vigilancia sobre posibles réplicas y evalúan los daños materiales, mientras recomiendan precaución a la población.
¿Qué hacer ante un sismo?
Ante un sismo, lo primero es mantener la calma y buscar un lugar seguro dentro de la vivienda o edificio. Evite correr hacia el exterior durante el temblor, ya que los objetos que caen, vidrios o escombros representan mayor peligro. Refúgiese debajo de muebles resistentes como mesas o escritorios, protéjase la cabeza con los brazos y aléjese de ventanas, espejos y estanterías. Si está en la calle, manténgase alejado de edificios, postes y cables eléctricos.
Después del temblor, revise su entorno y evalúe si hay daños estructurales antes de moverse. Evite usar ascensores y manténgase informado a través de la radio, televisión o redes oficiales para seguir las indicaciones de las autoridades. Si se encuentra en una zona costera, atienda las alertas de tsunami aunque no se haya emitido alarma, y prepárese para posibles réplicas, que suelen ser más leves pero igualmente peligrosas. Mantener un plan familiar de emergencia y un kit básico de supervivencia siempre es recomendable.