Ciudad de México, 10 de septiembre de 2025. – El verde, blanco y rojo ya se apodera de calles y mercados en vísperas del Grito de Independencia, pero este año la celebración resultará más cara para los mexicanos. Según comerciantes, el costo de organizar una fiesta en casa para 10 personas ronda los 350 dólares, frente a los 300 del año pasado, lo que representa un incremento cercano al 17% en promedio.

Los ingredientes de los platillos típicos han subido de precio de manera considerable. El pozole y los chiles en nogada, emblemas de la gastronomía patriótica, son ahora más costosos debido al alza en la carne, la crema y la granada. Incluso en plazas públicas, los antojitos como elotes y churros se venden más caros, reflejando el impacto inflacionario.

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes advirtió que el aumento no solo recae en la comida y bebida, sino también en los adornos patrios. Desde banderas y vestuarios típicos hasta artículos más sencillos como bigotes falsos, sombreros y matracas, todos registran alzas. Algunos vendedores insisten además en verificar la procedencia de los productos, ya que gran parte de la mercancía proviene del extranjero, sobre todo de China.

A este panorama se suma el incremento en servicios tradicionales como los mariachis, cuyo costo se elevó en un 20% respecto al año pasado. Aun con estas dificultades, las familias mexicanas ya se preparan para celebrar con orgullo el próximo 15 de septiembre, ajustando presupuestos, pero sin perder la esencia de una de las fiestas más importantes del país.

Economistas advierten que este aumento en los precios de las fiestas patrias refleja la presión inflacionaria que atraviesa la economía mexicana, impactando directamente en los hogares de ingresos medios y bajos. Sin embargo, también resaltan que el consumo durante estas fechas sigue siendo un motor económico para pequeños y medianos comerciantes.

En medio de la carestía, algunos mexicanos han optado por organizar celebraciones más austeras o compartir gastos entre familias y vecinos, reforzando así el sentido comunitario de las fiestas patrias. Aunque el bolsillo se resiente, el ánimo por conmemorar la independencia sigue firme en cada rincón del país.