Durante un evento del partido Fuerza del Pueblo (FP) en la República Dominicana, varios ciudadanos fueron retirados por seguridad tras acusar al expresidente Leonel Fernández de corrupción. Un video de 45 segundos muestra a un hombre gritando: “¡Leonel Fernández, usted es el padre de la corrupción de la República Dominicana, y que el pueblo lo sepa!”, mientras personal de seguridad lo aparta del lugar.
El individuo afirmó que Fernández tiene supuestos “tentáculos” en la Procuraduría y el Ministerio Público, generando confrontación con el público y miembros del evento. Voces alrededor intentaban calmar la situación, mientras la seguridad intervenía para sacar al hombre del escenario.
El presentador del acto político retomó el control de la actividad, pidiendo aplausos para Fernández y continuando con el programa, mientras el individuo seguía protestando, cubierto por los vítores de los asistentes. El incidente refleja la tensión y polarización que persiste en el ámbito político dominicano alrededor de figuras históricas como Leonel Fernández.
Testigos señalaron que la expulsión se produjo de manera rápida, pero algunos asistentes grabaron el momento con sus teléfonos, lo que permitió que el video se viralizara en redes sociales, generando debate sobre la libertad de expresión y la tolerancia en eventos políticos.
Analistas políticos han señalado que este tipo de incidentes refleja la creciente polarización en el país, donde figuras históricas como Leonel Fernández siguen siendo objeto de críticas directas y cuestionamientos sobre su gestión pasada, especialmente en temas de corrupción.
Por su parte, voceros del partido Fuerza del Pueblo no ofrecieron declaraciones inmediatas sobre la expulsión, pero el desarrollo del evento continuó con normalidad, con discursos y presentaciones programadas, buscando minimizar el impacto del altercado en la agenda política del acto.
El incidente también abrió un debate en redes sociales, donde usuarios se dividieron entre quienes defienden el derecho a criticar a figuras públicas y quienes consideran que interrumpir un evento político de manera agresiva es inaceptable, evidenciando la tensión entre libertad de expresión y respeto en espacios institucionales.
