El comunicador Ernesto Jiménez criticó con dureza las declaraciones del expresidente Danilo Medina, quien aseguró no haber tenido conocimiento de los actos de corrupción cometidos durante su gobierno.

Según Jiménez, negar la existencia de irregularidades dentro de su administración, mientras familiares y funcionarios cercanos estaban involucrados en desfalcos millonarios, resulta “un irrespeto al pueblo dominicano”.

En su espacio en Rumba 98.5 FM, Jiménez recordó que durante el gobierno de Medina la percepción de corrupción en la República Dominicana alcanzó niveles históricos según Transparencia Internacional, y que la ciudadanía observaba cómo figuras cercanas al poder acumulaban riquezas de manera sospechosa. “Es imposible creer que Danilo no sabía nada de lo que hacían sus hermanos, su cuñado o sus guardaespaldas”, afirmó el comunicador.

Jiménez enfatizó que la responsabilidad debe ser individual y que quienes cometieron actos de corrupción, como Maxis Montilla y Alexis Medina, deben enfrentar la justicia. Asimismo, cuestionó la credibilidad de Medina y pidió que los responsables del desfalco devuelvan los fondos sustraídos, subrayando que el expresidente debería reconocer la gravedad de lo sucedido y ofrecer disculpas al país.

Contexto

El expresidente Danilo Medina se encuentra en el centro de una controversia política y judicial en la República Dominicana por su vinculación indirecta con el Caso Antipulpo, una investigación sobre corrupción administrativa que involucra a varios exfuncionarios de su gobierno. El Ministerio Público ha acusado a su hermano, Juan Alexis Medina, de liderar una red que desvió más de RD$4,000 millones del Estado entre 2012 y 2020. Recientemente, Maxy Montilla, cuñado de Medina, firmó un acuerdo con la justicia comprometiéndose a devolver más de RD$3,000 millones y a colaborar con las investigaciones, lo que ha generado reacciones políticas y críticas sobre la responsabilidad del expresidente en los actos de corrupción de sus allegados.

Danilo Medina ha defendido la transparencia de su gestión y ha negado cualquier vínculo con actos de corrupción, asegurando que su relación con Montilla era cordial pero no cercana, y que nunca tuvo contacto con los contratistas favorecidos durante su administración. La situación ha reavivado el debate sobre la corrupción en su gobierno, con sectores políticos y sociales cuestionando si el expresidente realmente desconocía las irregularidades cometidas por personas de su círculo más cercano.