Naciones Unidas. — De los 193 países miembros de la ONU, 157 ya reconocen oficialmente a un Estado palestino, mientras que 36, entre ellos Estados Unidos, mantienen su negativa. Este reconocimiento, aunque simbólico en muchos casos, refleja la presión internacional por buscar un alto al fuego en la región y avanzar hacia la solución de los dos estados.

Países aliados de Israel, como Francia y Reino Unido, han reconocido a Palestina a pesar de su histórica cercanía con Tel Aviv, lo que evidencia un cambio en la dinámica diplomática internacional. Expertos aseguran que el reconocimiento de más naciones refuerza la legitimidad de la causa palestina y abre la puerta a nuevas estructuras de diálogo entre ambas partes.

Estados Unidos, por su parte, mantiene su postura tradicional de no reconocer formalmente a Palestina, argumentando que el estatus final debe resolverse a través de negociaciones directas entre israelíes y palestinos. Analistas indican que esta posición continúa siendo un factor determinante en la política internacional sobre el conflicto en Gaza y Cisjordania.

La negativa de Estados Unidos ha sido criticada por diversos organismos internacionales, que consideran que este estancamiento limita la capacidad de la ONU y otras organizaciones de mediar efectivamente en el conflicto. Algunos diplomáticos señalan que el reconocimiento simbólico de los países podría ejercer presión para retomar las negociaciones de paz.

Además, se destaca que el reconocimiento de Palestina por 157 países refuerza los esfuerzos de la Autoridad Nacional Palestina para consolidar su presencia diplomática en organismos internacionales y establecer relaciones bilaterales con naciones de distintos continentes. Esto incluye avances en la firma de tratados, participación en conferencias y cooperación en distintos ámbitos.

Por último, expertos señalan que la creciente aceptación internacional de Palestina podría influir en la política interna de países que aún no la reconocen, incluyendo Estados Unidos, donde la opinión pública y ciertos sectores políticos podrían presionar por un cambio de postura en el futuro cercano.