Una madre ha denunciado que su hija de 16 años fue víctima de una violación grupal por parte de tres hombres, quienes además la habrían contagiado con una enfermedad de transmisión sexual. El hecho ocurrió en el sector Los Frailes II.

La madre relata que la noche del 25 de enero, su hija asistió a un cumpleaños y, al salir, uno de los agresores, Jeancarlos Evangelista Montero, alias “Yekaca”, se ofreció a llevarla a casa de una amiga. Sin embargo, en un giro perturbador, la llevó a un punto de drogas donde la habría drogado y posteriormente violado con otros dos sujetos.

La víctima relata que, después de ser drogada, fue llevada junto a un hombre conocido como “Yankee” a otra ubicación en Los Frailes II, donde se les unió un tercer individuo, Francis Terrero Ramírez, alias “Caco”. Los tres hombres se turnaron para abusar de ella, y la joven afirma que perdió el conocimiento durante el ataque. Al despertar, se dio cuenta de que el último de los agresores estaba abusando de ella, lo que ha dejado una marca indeleble en su vida. Para aumentar el dolor de la familia, uno de los presuntos violadores le envió a la madre un mensaje de WhatsApp donde le confesó parte de lo ocurrido.

Además del trauma psicológico y emocional, la madre de la víctima ha expresado su angustia porque su hija ha contraído una enfermedad de transmisión sexual (sífilis) y otra afección de la cual aún no se ha dado a conocer el nombre, como resultado del ataque. En busca de justicia, la familia ha presionado a las autoridades. Jean Carlos Evangelista Montero, alias “Yekaca”, ha sido enviado a prisión preventiva por tres meses en la penitenciaría de La Victoria, mientras que Francis Terrero Ramírez, alias “Caco”, se entregó a las autoridades y espera conocer las medidas de coerción en su contra.

Mientras tanto, el tercer agresor, alias “Yankee”, continúa prófugo de la justicia y es buscado activamente por las autoridades. La familia de la joven, cuya paz y salud han sido arrebatadas, espera que la justicia prevalezca y que los culpables paguen por los crímenes cometidos. El caso ha generado indignación y pone de manifiesto la necesidad de proteger a los menores de edad de este tipo de crímenes, y asegura que todos los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones.