Los 45 militares colombianos que permanecían retenidos desde el domingo por comunidades del departamento del Cauca, en el suroeste del país, fueron liberados este lunes, según confirmaron fuentes castrenses. Tras recuperar su libertad, los uniformados fueron trasladados a Popayán, la capital departamental, donde recibirán evaluaciones médicas para determinar su estado de salud.
Aunque aún no se ha precisado si en el proceso participó una comisión humanitaria, las autoridades destacaron que la liberación se produjo sin enfrentamientos y que el objetivo ahora es esclarecer las circunstancias que rodearon el hecho.
El secuestro de los militares había generado gran preocupación en la opinión pública, debido a que se registró en una de las zonas más conflictivas del país, donde operan grupos armados ilegales y persisten tensiones sociales con comunidades locales. La liberación representa un paso para la desescalada de la crisis, aunque el Gobierno colombiano insistió en que investigará lo ocurrido y reforzará la seguridad en la región.
Además, el Ministerio de Defensa informó que se mantiene en contacto con líderes comunitarios del Cauca para evitar nuevos episodios de violencia y garantizar la estabilidad en la zona. Se espera que en las próximas horas se realice una reunión con representantes de las comunidades para escuchar sus demandas y abrir un espacio de diálogo.
Por su parte, organizaciones de derechos humanos pidieron al Gobierno colombiano adoptar medidas que atiendan las causas sociales de este tipo de conflictos, como la pobreza, la falta de servicios básicos y las tensiones por la tenencia de tierras, factores que suelen agudizar la confrontación con las autoridades militares.
Mientras tanto, familiares de los militares liberados expresaron alivio tras el retorno de sus seres queridos, pero solicitaron al Ejecutivo mayores garantías de seguridad, no solo para los uniformados en misión, sino también para las poblaciones que viven en medio de la violencia en el suroeste del país.