El gobierno de Haití solicitó formalmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la transformación de la misión multinacional de apoyo en el país en una fuerza internacional de represión de pandillas, con el objetivo de fortalecer la seguridad y garantizar la estabilidad ante la creciente violencia que afecta a las comunidades. La solicitud fue presentada por el primer ministro haitiano, Alis Didier Phils Aimé, durante una reunión de alto nivel por videoconferencia.

Según un comunicado oficial de la oficina del primer ministro, esta iniciativa busca apoyar la autoridad estatal, proteger a las comunidades y contribuir a la estabilidad nacional y regional, especialmente en zonas fronterizas con República Dominicana. La medida también está orientada a garantizar condiciones seguras para la organización de las elecciones previstas para el próximo año, fortaleciendo la gobernanza y la legitimidad de las instituciones del país.

El anuncio recibió respaldo de organismos internacionales como el CARICOM, que destacó la importancia de contar con una fuerza con mandato fortalecido y operativo para combatir las pandillas. Estados Unidos y Panamá habían planteado previamente la necesidad de enviar una fuerza de Naciones Unidas para enfrentar este fenómeno, y Haití ha manifestado su disposición a colaborar plenamente en esta misión, en un esfuerzo por proteger a su población y consolidar la seguridad nacional.

La creación de esta fuerza especializada también permitirá implementar estrategias más efectivas para desarticular las redes criminales que operan en Puerto Príncipe y otras ciudades del país, protegiendo a la ciudadanía de extorsiones, secuestros y asesinatos relacionados con pandillas. Las autoridades haitianas esperan que esta medida genere confianza en la población y sirva como paso clave para recuperar el control sobre territorios actualmente bajo influencia de grupos armados.

El gobierno haitiano destacó además que esta acción busca fortalecer la cooperación internacional y garantizar que los recursos y el apoyo logístico estén disponibles para garantizar la eficacia de la operación, asegurando que la fuerza tenga capacidad operativa y legal para actuar con respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. La medida ha sido recibida con esperanza por sectores de la sociedad civil y líderes comunitarios, quienes ven en esta iniciativa una oportunidad para restablecer la paz y la seguridad en el país.