El Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (Codue) celebró con gran éxito su quinta cumbre ministerial bajo el lema “Moldeados por el Evangelio”, un espacio en el que se abordaron los retos actuales de la sociedad dominicana, con énfasis en el deterioro de los valores morales y espirituales, así como en la importancia de la salud integral de las familias.

Durante su intervención, el pastor Feliciano Lén, presidente de Codue, advirtió que el rumbo de la sociedad está siendo afectado por la pérdida de principios fundamentales que sostienen la fe cristiana y la estabilidad familiar. Señaló que la cumbre buscó dotar de herramientas prácticas a líderes y pastores de todo el país, para que puedan enfrentar los desafíos de los antivalores y servir como guías en sus comunidades.

El evento reunió a más de 250 pastores, líderes ministeriales, representantes de fundaciones y ONGs cristianas de distintas provincias, quienes compartieron reflexiones, testimonios y estrategias para fortalecer el liderazgo en medio de un contexto social marcado por crisis de valores. Según Lén, solo la palabra de Dios permanece firme ante el deterioro de los modelos sociales y culturales, y por ello el Codue continuará impulsando espacios de capacitación a nivel nacional.

La jornada también sirvió de plataforma para renovar el compromiso de la institución con la defensa de la familia y la fe, destacando la necesidad de líderes capacitados y fundamentados en principios cristianos para responder a las problemáticas actuales que enfrenta la República Dominicana.

Además, se destacó la importancia de trabajar no solo en el plano espiritual, sino también en la salud integral de las personas, abarcando aspectos físicos, emocionales y sociales que inciden directamente en la calidad de vida de las familias dominicanas. Los participantes coincidieron en que la falta de atención a estos temas puede agravar aún más la crisis de valores y generar consecuencias negativas en la sociedad.

Codue anunció que continuará desarrollando programas de formación y acompañamiento dirigidos a sus miembros, con el objetivo de consolidar un liderazgo cristiano fuerte y comprometido. La entidad reafirmó que, frente a los desafíos actuales, la unidad de las iglesias y el fortalecimiento de la fe son claves para rescatar los valores fundamentales y garantizar un futuro más esperanzador para las próximas generaciones.