El ministro de Medio Ambiente, Paino Enríquez, informó este martes que con el cierre técnico del vertedero de Duquesa y la puesta en marcha del decreto que declara de alto interés la regeneración de las riberas de los ríos Ozama e Isabela, se han sentado las bases para la recuperación de estos importantes recursos naturales.

Enríquez explicó que ya se definió que las aguas residuales del vertedero Duquesa, que anteriormente llegaban de forma directa al Ozama, serán canalizadas hacia la planta de tratamiento de la Jacobo Majluta. “Desde ayer se verificó la operatividad y se comenzará a recibir todas las aguas, lo que permitirá tener un sitio adecuado para tratarlas”, indicó.

El funcionario agregó que, en coordinación con la CAASD y el INDRHI, se trabajó en la infraestructura necesaria para que el lodo cloacal y las aguas recogidas por los camiones puedan ser procesados en dicha planta. “Lo que sucedía antes era que no había un lugar donde tratarlas, y eso ya está en proceso de solución”, resaltó.

Asimismo, recordó que el decreto 531 otorga a URBE la responsabilidad de llevar a cabo la regeneración de las riberas de los ríos Ozama e Isabela, cuyas zonas no estaban contempladas dentro de las áreas protegidas de la nación.

Los ríos Ozama e Isabela son de gran importancia para la República Dominicana porque atraviesan el corazón de Santo Domingo, la capital del país, y forman parte de su historia, identidad y desarrollo económico. Desde la época colonial fueron utilizados como vías de transporte y comercio, y aún hoy constituyen fuentes de agua y espacios naturales que influyen directamente en la vida de millones de personas que habitan en su entorno.

Sin embargo, su relevancia también radica en que son ecosistemas estratégicos que regulan el clima urbano, sirven de hábitat a diversas especies y aportan equilibrio ambiental. La contaminación acumulada por décadas, principalmente por desechos sólidos, aguas residuales y descargas industriales, ha convertido su recuperación en un desafío nacional, ya que su saneamiento no solo representa una mejora ambiental, sino también un compromiso con la salud pública y la calidad de vida de la población.