El pasado sábado 13 de septiembre, el gobierno dominicano presentó ante la Procuraduría General de la República denuncias por presuntas irregularidades en la gestión pasada del doctor Santiago Hazim al frente del Seguro Nacional de Salud (SeNaSa). La información fue dada a conocer por el director de Comunicaciones de la Presidencia, Félix Reyna, acompañado del subdirector Abel Guzmán y el director de Prensa del Presidente, Alberto Caminero.
Al mismo tiempo, el superintendente de Salud y Riesgos Laborales, Miguel Ceara Hatton, junto al actual director ejecutivo de SeNaSa, Dr. Edward Guzmán, depositaron ante el Ministerio Público una denuncia sobre irregularidades en la institución. Los señalamientos apuntan a un entramado entre lo público y lo privado que habría permitido extraer millones de pesos de los asegurados mediante contratos entre familiares de funcionarios, servicios no entregados y privatización de atenciones en el sistema subsidiado.
El caso representa un reto para la administración del presidente Luis Abinader, quien desde su llegada al poder en 2020 prometió enfrentar la corrupción y erradicar la impunidad.
La sociedad ha respaldado su lucha anticorrupción, pero esta vez el desafío proviene del interior de su propio gobierno, lo que aumenta la presión sobre la autoridad para demostrar que “tiene amigos, mas no cómplices”.
Por su parte, el doctor Hazim se defendió afirmando que es un hombre honesto y que presentó una denuncia por una supuesta estafa de unos 40 millones de pesos. Sin embargo, la investigación del Ministerio Público apunta a un déficit que oscila entre 12 mil pesos y 20 mil millones de pesos. La ciudadanía espera ahora que las autoridades aclaren los hechos y muestren que la lucha contra la corrupción es constante, abarcando pasado, presente y futuro.
