Dormir junto a tu mascota puede traer múltiples beneficios para la salud física y emocional. Según el doctor veterinario Nicolás Cáceres, la cercanía con perros y gatos ayuda a liberar oxitocina, la hormona del bienestar, lo que contribuye a reducir el estrés, controlar el cortisol y disminuir la presión arterial. Además, la exposición temprana de los niños a las mascotas podría fortalecer su sistema inmune y disminuir las probabilidades de desarrollar alergias.
Sin embargo, esta práctica no es adecuada para todos. Las mascotas que salen al exterior pueden traer consigo microbios o parásitos que afectan la higiene del hogar. Enfermedades zoonóticas, alergias y la acumulación de pelos son riesgos que deben considerarse antes de permitir que tu compañero animal duerma en tu cama. La clave está en evaluar cada caso según la salud de la persona y la rutina de la mascota.
Para disfrutar de los beneficios sin comprometer la salud, el especialista recomienda mantener al día las vacunas, desparasitaciones y cuidados de higiene de las mascotas. Cepillarlas regularmente, limpiar sus patitas y cambiar sábanas semanalmente son algunas de las medidas que permiten una convivencia segura. Así, dormir con tu mascota puede ser una experiencia agradable y saludable, siempre que se sigan precauciones básicas.
Además de los cuidados básicos, es importante considerar el comportamiento y tamaño de la mascota. Animales muy activos o inquietos durante la noche pueden interrumpir el sueño y generar fatiga en los dueños, lo que reduce los beneficios de descansar juntos. Por ello, expertos recomiendan observar cómo la presencia de la mascota afecta la calidad del sueño antes de tomar la decisión definitiva.
Otro aspecto a tomar en cuenta es la edad y condición de salud de las personas. Niños pequeños, adultos con problemas respiratorios o personas inmunodeprimidas deben ser más cautelosos al dormir con animales, ya que su exposición a pelos, saliva o posibles parásitos podría representar un riesgo mayor. En estos casos, se aconseja mantener a la mascota en un espacio cercano, pero no directamente en la cama.
Finalmente, la rutina de limpieza del hogar juega un papel fundamental. Limpiar con frecuencia el colchón, sábanas y muebles, aspirar alfombras y mantener los filtros de aire en buen estado ayuda a minimizar alérgenos y bacterias. De esta forma, convivir con tu mascota durante la noche puede convertirse en un hábito saludable y seguro, siempre que se combinen cariño, higiene y precaución.