El comunicador Alberto Vargas denunció como arbitrario el cierre del bar Sinaloa Drink, un negocio ubicado en Baní que aún no había inaugurado. Según Vargas, la acción tomada por las autoridades locales, bajo la supuesta violación de la Ley 5088, carece de justificación legal y constituye una violación al debido proceso.

En su comentario en Ritmo 96, Vargas señaló que el joven emprendedor cumplía con todos los permisos requeridos por el Ayuntamiento y Salud Pública, y que el cierre del negocio se basó únicamente en interpretaciones cuestionables de cinco fotos de narcotraficantes que decoraban el local.

“Es arbitrario que una autoridad mande a cerrar un negocio que ni ha abierto. Se está pasando por encima del debido proceso y los derechos de esa persona”, afirmó Vargas, quien agregó que estas acciones distraen a la sociedad de problemas más relevantes y denunció la falta de procedimientos legales claros en la medida adoptada.

El comunicador también destacó que el cierre del bar sirve como “chivo expiatorio” en lugar de enfocarse en asuntos de mayor importancia pública, y exhortó a los ciudadanos a conocer la ley y defender sus derechos mediante los canales judiciales correspondientes.

Detalles del caso

La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) intervino este jueves el centro de diversión Sinaloa Drink, ubicado en Baní, provincia Peravia, debido al controversial nombre del establecimiento y las imágenes que su propietario utiliza para promocionarlo.

El centro nocturno, que aún no ha abierto sus puertas, enfrenta su primer conflicto con las autoridades. Su nombre hace referencia al conocido cartel de drogas mexicano, y en su publicidad se muestran imágenes de Joaquín “El Chapo” Guzmán y su hijo Ovidio Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por delitos vinculados al narcotráfico.

El propietario del establecimiento aseguró que estas referencias no tienen relación con actividades ilícitas, y expresó no comprender la intervención de la DNCD.