Susana Gautreau arremetió con contundencia contra el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, a raíz de sus comentarios hacia la primera dama Raquel Arbaje, luego de que esta y dos de sus hijas firmaran una carta en rechazo al nuevo Código Penal aprobado en el Congreso.
Durante su intervención en el programa “El Gobierno de la Mañana”, Gautreau calificó de “desconsiderado, destemplado y abusivo” el comportamiento de Pacheco, quien criticó públicamente la participación de la familia presidencial en una postura que defiende los derechos de las mujeres y niñas dominicanas.
“La primera dama no solo tenía el derecho, sino el deber de expresar su oposición al Código Penal, como garante del sistema de protección de niños, niñas y adolescentes del país”, afirmó Gautreau. Denunció que el nuevo código representa un retroceso en materia de derechos humanos al criminalizar totalmente el aborto, limitar la tipificación del feminicidio y dificultar la persecución de la violencia intrafamiliar.
Susana también recordó que el apoyo a las tres causales fue una promesa de campaña del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y criticó a Pacheco por abandonar esa línea ideológica. “Usted sí traicionó su bandera y la de su partido. Lo suyo parece haber sido solo una pose política”, sentenció.
Finalmente, agradeció a Raquel Arbaje por poner el bienestar de las niñas y mujeres más vulnerables por encima de sus creencias personales, calificando su gesto como valiente y digno de respeto.
Gautreau también cuestionó la falta de apertura del Congreso para escuchar otras voces en el proceso de discusión del código, señalando que Raquel Arbaje debió haber sido invitada a una audiencia pública formal, dada su investidura como presidenta del Consejo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes. “No fue en un aposento ni de manera privada que ella debió ser escuchada, sino frente al país y con respeto a su función institucional”, apuntó.
Asimismo, la jurista expresó su preocupación por el enfoque retrógrado del Código Penal, al señalar que muchas de sus disposiciones invisibilizan la violencia contra las mujeres y limitan la protección de los más vulnerables. “No se trata solo de las tres causales, se trata de un cuerpo legal que niega derechos fundamentales y normaliza el abuso. Es preocupante que quienes debieron defender a las mujeres, hoy las silencien y ataquen”, concluyó.