Susana Gatreau pidió este jueves al movimiento feminista dominicano distanciarse públicamente de las causas LGBT, tras la polémica generada por la modificación del Himno Nacional por parte de un colectivo lésbico. Gatreau calificó la intervención al símbolo patrio como una “afrenta” al país y a las mujeres dominicanas, y señaló que este tipo de acciones desvirtúan los objetivos legítimos del feminismo.

Durante su intervención, expresó que respetar los derechos de los grupos LGBT no significa aceptar lo que consideró una “mofa” al Himno Nacional, ni tolerar lo que describió como abusos contra los símbolos patrios. A su juicio, este tipo de actos generan rechazo social y contribuyen a que el feminismo sea ridiculizado y trivializado en la opinión pública. “El movimiento feminista ha sido llevado al nivel de meme, precisamente por levantar banderas que no le corresponden”, afirmó.

Gatreau apeló al artículo 44 de la Ley sobre símbolos patrios, indicando que cualquier ciudadano o entidad puede denunciar ante el Ministerio Público las faltas cometidas contra ellos, incluyendo la alteración del Himno. Exhortó a las autoridades a actuar y al pueblo a expresarse con firmeza. “No podemos minimizar la identidad nacional ni permitir que se utilice como instrumento político o ideológico”, concluyó.

Además, Susana Gatreau subrayó que los símbolos patrios como el Himno Nacional no son simples ornamentos culturales, sino pilares fundamentales de la identidad colectiva dominicana. En ese sentido, alertó sobre una creciente permisividad institucional frente a la alteración de estos emblemas, recordando que en ocasiones anteriores también se han modificado elementos como el escudo o la bandera sin consecuencias legales. “Cuando se pierde el respeto a los símbolos, se debilita la cohesión y la conciencia nacional”, enfatizó.

Finalmente, reiteró que su posición no se trata de un ataque a personas con distintas orientaciones o identidades sexuales, sino de una defensa firme de los valores que representan a toda la nación. Hizo un llamado a los líderes del feminismo a centrarse en las verdaderas luchas por la igualdad de derechos, el acceso a la educación, la justicia y la no violencia contra la mujer, evitando que el movimiento se diluya en causas que, según dijo, “terminan restándole legitimidad y conexión con las mayorías sociales”.