Estados Unidos. — En mayo, el amor venció al aislamiento. Abby, una pequeña guerrera de apenas 3 años que enfrenta una dura batalla contra la leucemia tipo B (B-CELL ALL), protagonizó un momento que conmovió a miles; tras nueve largos días de aislamiento médico, pudo abrazar nuevamente a su hermano mayor.

El aislamiento fue una medida necesaria dentro del delicado tratamiento de Abby, lo que obligó a separarla de su familia, incluyendo a su hermano, con quien tiene un lazo inseparable. Sin embargo, cuando finalmente se reencontraron, las cámaras captaron un abrazo cargado de emoción, lágrimas y esperanza. En medio del dolor que implica una enfermedad como el cáncer infantil, este gesto simple, pero profundo, se convirtió en símbolo de fortaleza familiar, resiliencia y amor incondicional.

¿Qué es la leucemia?

La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a los tejidos formadores de la sangre, especialmente la médula ósea y los glóbulos blancos. Estos glóbulos blancos, que normalmente ayudan al cuerpo a combatir infecciones, comienzan a multiplicarse de manera descontrolada y no funcionan correctamente.

Esto impide que se produzcan suficientes células sanguíneas sanas, lo que debilita el sistema inmunológico y provoca síntomas como fatiga, fiebre, infecciones frecuentes, sangrados, hematomas y pérdida de peso.

Existen varios tipos de leucemia, que se clasifican según la rapidez con la que progresa la enfermedad (aguda o crónica) y el tipo de glóbulos blancos afectados (linfocítica o mieloide). Uno de los tipos más comunes en niños, como en el caso de Abby, es la leucemia linfoblástica aguda de células B (B-ALL), que afecta a los linfocitos B. Aunque es una enfermedad grave, los avances médicos han permitido tratamientos más eficaces que incluyen quimioterapia, inmunoterapia y trasplantes de médula ósea, ofreciendo mayores esperanzas de recuperación, especialmente en pacientes pediátricos.