Oklahoma City se despide de una era con la demolición del techo del estadio Jim Norick, un ícono del entretenimiento local durante seis décadas. El acto estuvo a cargo del exalcalde Ron Norick, hijo del homenajeado Jim Norick, quien tuvo el honor de presionar el detonador que activó las cargas.
Conocido como “La Casa Grande”, el estadio fue escenario de una amplia variedad de eventos: rodeos, espectáculos sobre hielo, torneos de baloncesto y más, convirtiéndose en un pilar de la comunidad. Ahora, en su lugar, se construirá una moderna arena que ofrecerá instalaciones de última generación, marcando el inicio de una nueva etapa para el entretenimiento en Oklahoma City.
El estadio Jim Norick no solo fue un espacio para eventos deportivos y de entretenimiento, sino también un punto de encuentro para generaciones de familias en Oklahoma City. Muchos residentes recuerdan con nostalgia los grandes espectáculos y la emoción de los partidos de baloncesto, que hicieron del lugar un símbolo de orgullo local.
A lo largo de los años, “La Casa Grande” acogió artistas de renombre internacional, competencias de rodeo de alto nivel y shows sobre hielo que atrajeron a miles de visitantes, consolidando su reputación como un epicentro cultural y recreativo. Su diseño característico y su emblemático techo se convirtieron en parte del paisaje urbano de la ciudad.
Con la demolición del estadio, las autoridades han asegurado que la nueva arena mantendrá viva la tradición de eventos de calidad, incorporando tecnología moderna y espacios más amplios para el público. Se espera que esta renovación impulse la actividad económica y cultural, asegurando que Oklahoma City siga siendo un referente del entretenimiento en la región.
Los residentes y aficionados se despidieron con emotividad, compartiendo fotos, recuerdos y anécdotas en redes sociales, mientras que los medios locales recordaron los momentos históricos vividos en el estadio. La demolición del techo simboliza no solo el fin de un edificio, sino el cierre de un capítulo lleno de memorias que permanecerán en la historia de Oklahoma City.