Este martes, decenas de manifestantes bloquearon las principales carreteras de Israel y se concentraron frente a residencias de ministros en demanda de un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes capturados por Hamás. Durante las protestas, en varios puntos se encendieron neumáticos para detener el tráfico, en una jornada marcada por la tensión social.
Las movilizaciones fueron convocadas por el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, organización que agrupa a los parientes de las víctimas del ataque del 7 de octubre. Desde Tel Aviv, Einav Zangauker, madre de uno de los cautivos, acusó al Gobierno de abandonar a las familias afectadas y aseguró que solo la unidad del pueblo permitirá recuperar a los rehenes y poner fin al conflicto.
Analistas destacan que estas protestas reflejan un creciente descontento ciudadano por la gestión del Ejecutivo frente a la crisis en Gaza y la situación de los rehenes, lo que podría aumentar la presión política sobre las autoridades en los próximos días.
Las autoridades israelíes desplegaron fuerzas policiales en los puntos más críticos para despejar las carreteras y garantizar el tránsito, aunque hasta el cierre de esta edición no se habían reportado enfrentamientos graves. La policía llamó a los manifestantes a mantener la protesta de manera pacífica y respetar las normas de seguridad vial.
Por su parte, grupos de derechos humanos han hecho un llamado a la mediación internacional para encontrar una solución que permita tanto la liberación de los rehenes como la reducción de las hostilidades en Gaza, alertando sobre el riesgo humanitario que enfrenta la población civil en ambos territorios.
Mientras tanto, las familias de los rehenes han anunciado que mantendrán las movilizaciones hasta que el Gobierno israelí presente un plan concreto para negociar con Hamás y garantizar la seguridad de los cautivos. Los expertos advierten que la presión social podría intensificarse en los próximos días si no se registran avances en las negociaciones.