El presidente Luis Abinader salió al frente este lunes para responder a los sectores críticos del nuevo Código Penal promulgado el domingo por el Poder Ejecutivo. En una declaración clara, el mandatario sostuvo que ninguna ley es perfecta, pero destacó que era urgente actualizar un código que data de 1884 y que resultaba insuficiente para enfrentar la criminalidad actual.

“Ninguna ley es ideal, es la posible”, afirmó Abinader, señalando que el antiguo código penal tenía más de 140 años y que, aunque imperfecto, había dejado avances. Sin embargo, remarcó que el endurecimiento de las penas era indispensable, ya que delincuentes con múltiples crímenes habían salido libres por las deficiencias legales, generando inseguridad en las familias dominicanas.

En el mismo contexto, el presidente también abordó el informe de la agencia calificadora Moody’s, que destacó un crecimiento económico del país. Abinader reconoció que el crecimiento está por debajo de lo estimado inicialmente, pero explicó que esto se debe a factores globales, especialmente cambios recientes en Estados Unidos. “No es que no estamos creciendo, es que pensamos crecer más de lo que ahora estamos creciendo, como le está pasando al mundo entero”, aclaró.

Finalmente, sobre posibles cambios en su gabinete, el mandatario reiteró que siempre existe la posibilidad de ajustes para mejorar la gestión gubernamental.

Abinader también hizo un llamado a la ciudadanía y a los sectores políticos para que comprendan que el nuevo Código Penal representa un paso necesario en la lucha contra la delincuencia y la impunidad. “No podemos seguir con un sistema legal que no responde a las necesidades actuales de seguridad y justicia. Este código es un esfuerzo para proteger a nuestras familias y fortalecer el Estado de derecho”, sostuvo.

El presidente aseguró que el gobierno continuará trabajando en la mejora de las instituciones de seguridad y justicia para garantizar que las nuevas disposiciones legales se apliquen de manera efectiva. Además, reafirmó su compromiso con la transparencia y la eficiencia en la administración pública, incluyendo la posibilidad de ajustes en su gabinete para responder a los retos que enfrenta el país.