Ciudad de México.- Las remesas que México recibe desde Estados Unidos han disminuido en 1,750 millones de dólares en lo que va de 2025, según datos oficiales del Banco Nacional de México. Esta cifra representa una caída cercana al 5.6% comparado con el mismo período del año pasado.
Este descenso impacta directamente a muchas familias mexicanas, ya que se estima que una de cada 20 hogares depende de estas transferencias para cubrir sus gastos básicos y llegar a fin de mes. Entre las principales causas están la depreciación del dólar frente al peso mexicano y la reducción en el monto que los migrantes envían desde el exterior.
Expertos advierten que esta tendencia podría afectar el consumo interno y la estabilidad económica de los hogares receptores, que utilizan las remesas para alimentación, educación y salud. El panorama obliga a buscar alternativas que mitiguen el impacto de esta reducción en las transferencias internacionales.
Las remesas han sido históricamente un pilar fundamental para la economía mexicana, representando una fuente constante de ingresos para millones de familias, especialmente en regiones rurales y marginadas. Sin embargo, la caída en los envíos preocupa a economistas, quienes advierten que podría generar un efecto dominó en el consumo y la inversión local.
Por otro lado, la fluctuación del tipo de cambio ha jugado un papel importante en esta disminución. El dólar estadounidense ha mostrado una ligera pérdida de valor frente al peso mexicano durante los primeros meses del año, lo que reduce el poder adquisitivo de las remesas enviadas desde Estados Unidos.
Además, factores como la incertidumbre económica, los cambios en las políticas migratorias y las condiciones laborales de los migrantes en Estados Unidos podrían estar influyendo para que muchos envíen menos dinero o de forma menos frecuente. Autoridades mexicanas y especialistas en migración llaman a fortalecer el apoyo a estas comunidades para proteger este flujo vital de recursos.