Santo Domingo, RD – La reciente muerte de Pennsylvania Jiménez Valde y sus tres hijos, de 7, 9 y 11 años, ha desatado la indignación de expertos en violencia intrafamiliar, quienes aseguran que tragedias como esta podrían prevenirse si el Estado contara con mecanismos eficientes de protección. Así lo afirmó el especialista José Laluz, durante su intervención sobre el caso ocurrido en el Ensanche Isabelita.

“Esto no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso acumulativo que el Estado no ha sabido intervenir”, aseguró Laluz. Criticó duramente la forma en que los expedientes de violencia intrafamiliar son tratados: archivados en sobres físicos, sin un seguimiento en tiempo real que permita detectar riesgos antes de que ocurra lo irreparable.

Laluz recordó que casos similares se han registrado previamente en el país, incluyendo los de Ocoa y Constanza, donde los agresores envenenaron a sus propios hijos y luego intentaron suicidarse. Según explicó, estas situaciones siguen un patrón predecible, pero las instituciones encargadas de la prevención —Ministerio y Procuraduría de la Mujer— funcionan de manera reactiva, sin utilizar herramientas tecnológicas que podrían salvar vidas.

El experto enfatizó la necesidad de implementar sistemas de alerta temprana y políticas públicas preventivas. “Si esto tuviera seguimiento en línea, dinámico y disponible 24/7, estas muertes podrían haberse evitado. La prevención no da primera plana, pero sí salva vidas”, concluyó Laluz, haciendo un llamado al gobierno a dejar de lado la improvisación y actuar con responsabilidad ante la violencia de género.

Laluz no escatimó críticas hacia los responsables políticos: “No es culpa de las ministras, sino de los gobiernos que no establecen políticas claras. Cada gestión llega, hace lo suyo y se va, mientras la violencia sigue cobrando vidas”. Señaló que desde 2014 ha propuesto herramientas como el “botón de pánico” y otros sistemas tecnológicos que permitirían alertar y monitorear casos de riesgo, pero hasta ahora sus recomendaciones no han sido implementadas.

El especialista insistió en que el patrón de estas tragedias es reconocible y que con voluntad política y uso adecuado de la tecnología, es posible reducir drásticamente las muertes por violencia intrafamiliar. “No podemos esperar a que la noticia llegue a primera plana para actuar. La prevención es posible, pero requiere decisión y compromiso real del Estado”, concluyó.